Después de haberlo terminado, justo antes de empezar a escribir esta reseña, he mirado en internet algunas valoraciones de lectores sobre la novela de Sao. Me sorprendo porque encuentro valoraciones desde un 2 a un 9,5. Esto me reafirma en mi humilde opinión de que la valoración de un libro, por mi parte no puede ser más arbritaria que lo que te pueda hacer sentir o vibrar con su lectura.
Antes de seguir escribiendo diré que me hallo claramente más cerca del 9,5. El libro que dejo a mi espalda es sencillamente: precioso. Rápido de leer pero profundo, con unas descripciones y un recorrido por los sentimientos de los personajes maravilloso que permite a la autora ir trazando una red de personajes que te hacen recorrer la vida de Sao en una lucha constante por la supervivencia y superación.
Si te paras a pesar en el libro resulta asombroso como le ha resultado posible a la autora en una novela tan corta introducir tantos personajes y tantas historias sin enmarañarse ni despistarse del hilo principal. Unos personajes y otros, mezclados en el tiempo, acaban tejiendo la red de una vida apasionante y que deja la puerta abierta a lo que el lector desee pensar.
Ya había leído un libro de Ángeles Caso, Un Largo Silencio. Me pareció un libro precioso de esos que como dice una amiga mía es de paso entre tocho y tocho, es de paso para poder dar al corazón una dosis de lectura para los sentidos... Me encantó pero me pareció que para una novela más extensa, en que la autora tuviera que narrar toda una vida aquella literatura que juega con cada palabra no se podría sostener. Contra el viento da fe de que sí que es posible narrar toda una vida cuidando esa literatura, cuidando cada una de las palabras y jugando con las letras y haciendo que cobren vida en cada una de las lineas del libro.