Hace un par de días que quería asomarme a la ventana de mi blog para escribir unas reflexiones que me surgían al hilo de la "despedida" de los alumnos de 6º de mi colegio pero se ha colado otra reflexión en esta ventana al exterior.
"Todo se arregla con dinero".
Ayer recibí una llamada de mis padres a última hora de la tarde. Iban a comprar a un centro comercial y en la Z40 (120 km/h) habían tenido un accidente. Antes de seguir, para los pocos que los conozcan, de los pocos que vayan a leer estas lineas, les diré que está bien y físicamente se ha quedado en un susto.
Cuando me acercaba con el coche veía que anunciaban los paneles informativos el accidente y al llegar descubro el coche destrozado, ambulancia, Guardia Civil, grúas... todo un escenario.
Pero como eco ¿qué me queda? Al tener el accidente bajó del coche mi padre, cruzó los cuatro carriles y intentar buscar explicación con el que le había alcanzado por detrás la única respuesta que recibió fue: "Para esto están los seguros, para arreglar los coches".
No se interesó por él, ni por mi madre que se fue en ambulancia para quedarse en observación, ni posiblemente le dará por pensar que con lo que de el seguro por el coche destrozado sólo llegará para comprar las ruedas del nuevo... su discurso fue: "Todo se arregla con dinero"
Es un discurso que se asienta en nuestra sociedad y no es cierto. No todo se arregla con dinero. Se piensa esto cuando se piensa que lo más importante es el dinero y que no tienen tanto valor otras cosas. Debemos educar cada día en el respeto al otro, en el respeto a uno mismo, en el interés por lo que le pasa al otro, por responsabilizarse de los propios actos...